La Inteligencia Artificial (IA) se refiere al campo de estudio y desarrollo de sistemas y máquinas capaces de exhibir inteligencia y realizar tareas que normalmente requerirían de la intervención humana[1]. La IA busca emular la capacidad cognitiva y el razonamiento humano, permitiendo a las máquinas procesar información, aprender de ella, tomar decisiones y resolver problemas de manera autónoma.
La Inteligencia Artificial ha revolucionado la forma en que interactuamos con la tecnología y ha encontrado su lugar en una variedad de campos, desde la medicina y las ingenierías hasta el comercio, la economía y el derecho. En el ámbito de la justicia, su influencia también se ha hecho sentir, proporcionando nuevas herramientas y posibilidades para agilizar los procesos judiciales y mejorar la administración de justicia en general.
La incorporación de la IA en los tribunales ha brindado diversas ventajas. En primer lugar, ha permitido una mayor eficiencia en la gestión de casos. Mediante el uso de algoritmos y análisis de datos, la IA puede analizar grandes volúmenes de información y proporcionar patrones y descubrimientos valiosos para los abogados, jueces y servidores del sistema de justicia. Esto agiliza el proceso de toma de decisiones y contribuye a una administración de justicia más efectiva.
Uno de los aspectos más destacados de la IA en la justicia es su capacidad para agilizar trámites y facilitar el acceso digital a los servicios judiciales. Con la implementación de sistemas automatizados de gestión de casos, se puede reducir la carga administrativa y simplificar los procesos burocráticos. Además, el uso de chatbots y asistentes virtuales permite a los ciudadanos obtener respuestas a sus preguntas legales de manera rápida y precisa, sin necesidad de acudir físicamente a un tribunal.
Existen casos prometedores del uso de la IA en sistemas de justicia de América Latina, tal es el caso de Prometea, la primera inteligencia artificial de Latinoamérica al servicio de la justicia y empleada por la Fiscalía General Adjunta en lo Contencioso Administrativo y Tributario del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires[2], cuya función es evitar a los funcionarios judiciales la realización de tareas repetitivas, permitiéndoles focalizar su trabajo en los casos complejos, en los que se hace más necesario el trabajo humano. De igual forma, Fiscal Watson, utilizada en la Fiscalía General de la Nación (Colombia), puede registrar y buscar [JC1] denuncias, correlacionarlas y hacer análisis de contexto sobre elementos similares, como el modus operandi, características físicas, tipos de armas, números telefónicos y vehículos, entre otros[3]. Así como estos existen otros ejemplos de aplicación de IA en la justicia de Latinoamérica.
Desde la perspectiva del Poder Judicial dominicano, acorde a las experiencias compartidas de sus homólogos, la Inteligencia Artificial es una herramienta valiosa en el ámbito de la justicia, que ofrecerá numerosas ventajas para los tribunales, la administración de justicia y la ciudadanía en general. Su capacidad para agilizar trámites, facilitar el acceso digital y reducir el tiempo de respuesta en los procesos judiciales transformará la forma en que se lleva a cabo la labor judicial, aportando a lograr el objetivo de una justicia al día para garantizar la dignidad de las personas.
[1] Russell, S. J., Norvig, P., Davis, E., & Genesereth, M. (2022). Artificial Intelligence: A Modern Approach. Pearson.
[2] Corvalan, JG. (2018, Jan-Abr). Inteligencia artificial: retos, desafíos y oportunidades – Prometea: la primera inteligencia artificial de Latinoamérica al servicio de la Justicia https://revistas.ufpr.br/rinc/article/view/55334/35014
[3] Le Fevre Cervini, E. (2022, August 4). Uso estratégico de datos e inteligencia artificial en la justicia. Informe 6. Caracas: CAF. Retrieved from https://scioteca.caf.com/handle/123456789/1932
