La violencia intrafamiliar y de género se define como cualquier acción u omisión que, de manera directa o indirecta, causa daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico o patrimonial, tanto en el ámbito público como privado, a una o varias personas integrantes del grupo familiar o por razón de género, por parte de pariente, conviviente o ex conviviente, cónyuge o excónyuge, o con quien se hayan procreado hijos e hijas.

El maltrato dentro del entorno familiar, así como el perpetrado basado en género, se ha convertido en una auténtica epidemia que desborda los límites geográficos, económicos y sociales. En América Latina, República Dominicana se encuentra entre los países con las tasas más elevadas de feminicidios. Todo acto de violencia infligido a personas integrantes del grupo familiar o a personas en razón de su género no solo afecta a las víctimas directas, sino también a todo su entorno y, en particular, a sus dependientes más cercanos.

Por tanto, el Poder Judicial en su Plan Estratégico Visión Justicia 20/24, a mediante la formulación de su Eje 1: Justicia para todas y todos, tiene la finalidad de garantizar que todos los hombres y mujeres, especialmente a aquellos en condiciones de vulnerabilidad, tengan los mismos derechos y acceso a los servicios básicos, en los cuales prima el servicio la administración de justicia.